El cuerpo elemental
saborea la tinta
donde todo se repujó.
Ya no sostienen el miedo
estas palabras como plumas.
Flotan allí en el lago,
consultan al durmiente
que sólo recuerda aún
el pozo corona que cose
las máscaras del desgano.
Se alinean los condenados
en las arenas
sólo pies me enfrentan
me comunican inevitables,
Lazos.
Y ahora es el sino
figura del eterno,
fragilmente me deslizo
en el margen.
El hueco de la sombra |