viernes, 22 de julio de 2011

Conjunciones


 Todas las calles sembradas de señales  del infortunio con antifaz recorría.
Unas estrellas vibrantes de ojos ENloquecidos, sorbían tu olor de tiempo sin lustres ni antes y luegos.
El fílmico invento - recuerdo de las idas-venidas-nunca idas ni venidas que en su caja abultada mostraban la imposibilidad de ESO, estaba cerrada y lejos, bien lejos en los fondos de armarios mamushkianos.
Pero le gustaba cazar y disecar la presa para lamer su propio valor relativo de no hacer nada con ella.
Ahora sin hora el cotillón me sonríe con mueca voraz
Y chorreo de palabras sin sentido desde el sillón. Me puse tacones para pisar con ruido y bebo copas sin experiencia. Hoy supero el absurdo de este corto amarillista sin amor, barro las partes, incendio la caja, ingiero los cabellos, desecho en el inodoro las postales.
Ya no siento rastros en este mismo instante. Desaparición. La dicha

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